domingo, 11 de noviembre de 2012

Bichitos Para Comer

En la sociedad actual, más concretamente en Europa y Norteamérica, no es muy común que la gente coma insectos, tampoco esta bien visto y se suelen hacer comentarios del tipo: "¡puaj! Esos bichos son asquerosos, todo el dia por el suelo arrastrandose o reptando, llenos de enfermedades...". Este comportamiento se crea a partir de los descubrimientos sobre los insectos en distintas investigaciones científicas realizadas hasta el momento, lo que lleva a la mayoría a la conclusión de que: "lo malo para pensar" es "malo para comer".

Dado el hecho de que descendemos de los simios, que son grandes insectívoros, es posible pensar que nuestro rechazo a comer insectos no sea algo instintivo, simplemente que se han ganado esa fama entre nosotros, y si pensaramos de otra forma, es decir, si los comieramos, tal vez no serían tan asquerosos y sucios.

Pero no todo el mundo rechaza a los instectos como alimento, en la California anterior a la colonización europea, algunos pueblos y aldeas autóctonos que no conocían la agricultura y no tenian animales domésticos que no fueran perros, necesitaban grandes cantidades de insectos para subsistir.
Tambien los indios y los pueblos indígenas del Amazonas basaban su alimentación en los insectos.

Despues de haber dicho esto, parece que solo los indigenas y gente alejada de las civilizaciones complejas
se alimenta de insectos, pero no es así, en China, al menos hasta hace poco, comían crisálidas de gusanos de seda, cigarras, grillos, cucarachas, chinches, etc. Se piensa que estas costumbres vienen de su 
interés por los platos exóticos, pero los primeros chinos que empezaron a alimentarse de insectos eran las clases pobres e indígenas que no tenían otra forma de obtener grasas y proteínas animales.

Antes de que se inventara el jabón y los insecticidas, los piojos invadían a las personas tanto como  a los animales, los familiares se despiojaban mutuamente y mordían el cuerpo de estos para asegurarse de que no volvían a dar problemas, y algunos se aseguraban al estilo de los monos, tragándose al piojo después de haberlo masticado.

Es evidente que la mayoría de las culturas del mundo no aborrecen a los insectos en los hábitos dietéticos como lo hacen los europeos y norteamericanos.
Lo curioso es que no hace mucho los europeos tambien comían insectos, por ejemplo, Aristóteles tenía el conocimiento suficiente sobre las cigarras para afirmar que estas tenian mejor sabor en su etapa de "ninfas" antes de su ultima transformación y tambien da a entender que las clases más pobres de Atenas consumían insectos. La historia de Plinio demuestra que los romanos tambien comian insectos, en particular una larva llamada "Cossus".

Desde el punto de vista alimenticio, la carne de insecto es casi tan nutritiva como la carne roja o las aves de corral, por lo que es recomendada para la gente que no puede permitirse alimentos de elevado precio que contengan materia grasa y proteínas, lo que hace de los insectos un mejor "negocio".

Un posible inconveniente que presentan los insectos es que estan cubiertos por una sustancia dura llamada quitina, que los seres humanos no pueden digerir. El problema de la quitina no sirve para explicar el rechazo europeo y americano hacia los insectos en alimentos,y tampoco cabe explicar la renuncia a comer langosta o gambas solo por el hecho de que su cáscara (que, casualmente, también se compone de quitina) sea indigerible.
La solucíon al problema de la quitina es digerir los insectos en su fase de crisálida o larva.

En conclusión, los insectos son un buen "negocio" y puede que en un periodo de tiempo, y dado lo numerosos que son y lo rapido que se reproducen, nos hagan falta para algun día sobrevivir.











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